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Cómo elegir la guardería
Seguramente, ahora que tu pequeño está a punto de cumplir los cuatro meses y tú puede que tengas que reincorporarte al trabajo, estarás pensado qué criterios debe cumplir la escuela infantil más adecuada para tu hijo. ¡Te lo explicamos!
1. PROYECTO EDUCATIVO
> La escuela infantil debe contar con un proyecto pedagógico educativo, fundamental para dar coherencia a las actividades y aclarar los objetivos formativos.
> Para garantizar su aplicación, es mejor que esté presente la figura del coordinador pedagógico, que no solo tiene una función administrativa, sino que también supervisa, controla y apoya a las educadoras. Asimismo, es importante que los horarios, la capacidad máxima de alumnos, la alimentación y otros aspectos útiles estén claramente indicados.
2. ADAPTACIÓN
> Cada centro tiene su propia forma de realizar la adaptación. Lo importante es que ésta sea personalizada, es decir, que las educadoras y los papás la estudien y la discutan juntos.
> La asistencia a la guardería debe realizarse de forma gradual, y puede durar una o dos semanas. Se empieza por una breve frecuencia, en compañía de la mamá o del papá, y se realizan breves separaciones antes de poder dejar al pequeño hasta la hora de comer y, más adelante, hasta después de la siesta (si hace jornada completa).
3. PERSONAL CALIFICADO
> Se debería preguntar si el personal cuenta con una formación especializada (expertos en preescolar, técnicos en educación infantil, etc.).
> También sería necesario comprobar qué tipo de contrato tienen las educadoras: si los contratos son precarios, es probable que cambien de trabajo cuando se les presente la ocasión.
4. PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES
> Entre la guardería y la familia debe existir una continuidad “horizontal”, para instaurar un clima de confianza y de intercambio, que es fundamental para el bienestar del niño. El grado de participación de los papás es un indicador de calidad a todos los efectos.
> Siempre se debe tener la posibilidad de pedir una entrevista personal con las educadoras, así como tener encuentros periódicos con el personal y con el resto de papás, y estar implicados en las decisiones importantes. Las jornadas a puertas abiertas son una oportunidad muy buena para visitar el centro y conocer a las educadoras.
5. ESPACIO
> Cada niño debe disponer de un cierto espacio, que se estima en un mínimo de 30 metros cuadrados para las aulas y un espacio mínimo de dos metros cuadrados por niño.
> El espacio debe estar limpio, ser silencioso, estar bien cuidado y no resultar dispersivo. Las aulas destinadas a los menores de dos años deben disponer de un área para el descanso y otra para la higiene. Asimismo, las clases para niños de 2-3 años deben contar con un aseo visible y accesible desde el aula.
6. ACTIVIDADES
> La jornada de los niños está organizada en función de las actividades que realizan, tanto las de la tranquilizadora rutina (comidas, cambios de pañal y siesta), como las de juego. Antes de elegir una guardería, es preciso preguntar cómo se organiza la “jornada”.
> No debe haber lugar para la improvisación, pero tampoco es buena una excesiva rigidez. Es evidente que, aunque resulte más cómodo para las educadoras, no se puede cambiar el pañal a todos los niños a la misma hora. Además, las actividades deben estar anotadas. En cada clase, debe haber un pizarrón, en el que no sólo hay que apuntar que ya comió el niño, sino también lo que hizo durante el día.
7. COMEDOR
> La cocina debería estar en la misma escuela infantil, si bien las que acogen a niños a partir de 12 meses no tienen la obligación de contar con cocina en el mismo centro.
> En cualquier caso, la dieta semanal y mensual siempre debe poder consultarse, así como estar establecida por especialistas en nutrición.
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XLACTANCIAX
Fármacos: ¿cuáles puedo tomar?
Si estás dando el pecho, ¿puedes tomar medicamentos con total tranquilidad o debes adoptar ciertas precauciones? ¡Te lo explicamos!
> Casi todos los fármacos que la mamá toma pasan a la leche materna, aunque los que están absolutamente prohibidos son muy pocos y, de todos modos, para casi todas las patologías, existen medicamentos alternativos, completamente inocuos para el bebé.
> En muy pocos casos, la lactancia debe interrumpirse por el consumo de fármacos. Mientras tanto, te ofrecemos una guía práctica para orientarte sobre los trastornos más comunes y los fármacos que están permitidos o prohibidos para su tratamiento.
FIEBRE
> Como sucede durante el embarazo, el paracetamol es el fármaco de primera elección para bajar la fiebre. Lo es por dos motivos: por un lado, porque solo pasa a la leche en una pequeña cantidad; por otro, porque es el medicamento que se aconseja para bajar la fiebre en los recién nacidos. Si tenemos en cuenta que al alimento materno solo llega el 1% de la cantidad de paracetamol que el bebé tomaría en caso de fiebre, se puede entender que su consumo por parte de la mamá resulte absolutamente inocuo para el lactante.
> Como alternativa, se puede tomar ibuprofeno.
RESFRIADO
No existen fármacos realmente eficaces contra el resfriado, ni siquiera al margen del embarazo y la lactancia.
> Algunas veces, para aliviar las molestias, resultan más eficaces algunos remedios naturales, como, por ejemplo, aumentar el consumo de líquidos, y realizar lavados nasales o ponerse suero fisiológico en forma de aerosol, con el fin de fluidificar el moco.
DOLOR DE GARGANTA Y TOS
> También en este caso es aconsejable recurrir a remedios naturales, por ejemplo, humidificar el aire ambiental y tomar bebidas calientes endulzadas con miel. Por lo que respecta a los sprays para la garganta, pertenecen a la categoría de los antiinflamatorios, por lo que pueden contribuir a mitigar el dolor. No tienen un efecto curativo particular, pero, al no ser absorbidos por el organismo, si la mamá encuentra alivio utilizándolos, puede hacerlo de vez en cuando.
> No obstante, hay que tener cuidado con el própoleo. Se trata de una sustancia natural extraída de las abejas, pero, la mayoría de las veces, se formula en soluciones alcohólicas. Por este motivo, nunca hay que abusar de este producto durante la lactancia.
DOLOR DE CABEZA
> Si se trata de un dolor agudo, los medicamentos más indicados son los mismos que los que se usan para tratar la fiebre: el paracetamol o, si éste no resulta eficaz, el ibuprofeno, de potente acción analgésica.
> En caso de migraña recurrente, y si se precisa un tratamiento prolongado, se puede recurrir al sumatriptan: este fármaco se puede tomar durante la lactancia, pero debe ser prescrito por el médico, que valorará su necesidad real.
TRASTORNOS GASTROINTESTINALES
> Si la mamá sufre ardor de estómago, puede tomar fármacos antiácidos o, si el médico lo considera necesario, medicamentos que reducen la producción de ácido, como la ranitidina o el omeprazol.
> En caso de náuseas o vómitos, si no se obtienen beneficios con las precauciones dietéticas (hacer comidas pequeñas y frecuentes con azúcares complejos, como pan o tostadas), un fármaco eficaz y que se segrega moderadamente en la leche es el domperidon, que aumenta la motilidad del estómago y elimina la sensación de náuseas, reduciendo el vómito.
> Ante la presencia de diarrea, el principal remedio es tomar abundantes líquidos, para recuperar los perdidos. Si es necesario recurrir a los medicamentos, la loperamida pasa a la leche en poca cantidad.
ANSIEDAD Y DEPRESIÓN
> Para la depresión, los fármacos permitidos durante la lactancia son la paroxetina y la sertralina, porque los numerosos estudios efectuados sobre su seguridad confirman que pasan a la leche en una cantidad reducida.
> Los ansiolíticos presentan alguno que otro problema. Si solo es necesario tomarlos durante unos días, no existen grandes inconvenientes. Sin embargo, es diferente si se utilizan durante un período prolongado: el niño tiene un metabolismo más lento y algunos fármacos, como el diazepam, podrían acumularse en la sangre y producir efectos secundarios, como somnolencia, irritabilidad y cólicos.
> Uno de los ansiolíticos que pasan a la leche en menor cantidad es el lormetazepam. Por lo tanto, si es necesario, se puede tomar bajo control médico en la cantidad más baja. En cualquier caso, se recomienda consultar al pediatra si el niño muestra somnolencia, vomita o tiene dificultades para succionar.
ASMA
> No existe ningún problema para continuar con el tratamiento habitual, tanto si se trata de broncodilatadores, que se utilizan en caso de ataque agudo, como si se tienen que utilizar cortisónicos para tratar la inflamación crónica de las vías respiratorias.
> En ambos casos, se trata de productos en spray, que llegan casi exclusivamente a los bronquios y que nuestro organismo absorbe en poca cantidad. La cantidad que llega a la leche es mínima.
XPOSPARTOX
¡Bye, bye, a los kilos de más!
Las pautas para perder esos 5 o 10 kilos de más que pudiste haber ganado, combinando un dieta equilibrada y un programa de actividad física.
El aumento de peso durante el embarazo es fisiológico, es una ley de la naturaleza. Tras el parto, las mamás se encuentran con un cuerpo redondo y con más peso; es un momento delicado desde el punto de vista psicológico, pero ponerse a dieta está desaconsejado. En este artículo, te damos algunos consejos para empezar a hacer las paces con la báscula y recuperar tu peso de una sana y equilibrada.
¡-5 KILOS!
EN LA MESA
> En este caso, la lactancia contribuye a la recuperación del peso ideal, puesto que la producción de leche es una actividad que implica un gasto energético considerable. Por lo tanto, la lactancia será la primera arma para adelgazar, siempre y cuando no se coma mucho más de las 330 kcal que supone la producción de leche. Alcanzar esta pequeña cuota calórica de más es muy fácil: basta con tomar un vaso de leche acompañado de una rebanada de pan, una buena combinación de proteínas y carbohidratos complejos, o bien una macedonia con yogur. Pero habrá que tener en cuenta otras sugerencias.
> Un desayuno equilibrado será un buen punto de partida. Un yogur entero con avena y unas almendras constituye una combinación ideal, rica en proteínas y equilibrada en grasas saturadas e insaturadas compatibles con este tipo de sobrepeso.
> Siguiendo con la jornada alimentaria, es importante dar preferencia al consumo de fruta y de verdura, más importantes por su contenido en vitaminas y minerales (más valiosos que nunca durante la etapa de la lactancia), que por sus carbohidratos. En definitiva, es mejor comerse una ensalada de más y un plato de pasta de menos.
> Asimismo, hay que dar preferencia a las proteínas animales magras, las del pescado y las de las aves, tomando la precaución dietética de recurrir a formas de cocción sencillas: al horno o a la plancha, sin condimentar.
> Otro truco consiste en sustituir los tentempiés calóricos (meriendas industriales, aperitivos o galletitas) por fruta, jitomatitos y otras verduras que se puedan picar. Son alimentos frescos y ligeros.
> En cambio, es necesario reducir drásticamente el consumo de embutidos cuando se tiene algún kilo de más. Entre otras cosas, son muy sabrosos y, cuando se está dando el pecho, es mejor acostumbrar al pequeño a sabores más naturales y poco salados.
> En cuanto a los lácteos, si se sufre un sobrepeso leve, hay que dar preferencia al yogur, al requesón y a los quesos de cabra, que son menos grasos.
ACTIVIDAD FÍSICA
> El ejercicio es importante, pero, en los tres o cuatro primeros meses del bebé, pensar en apuntarse al gimnasio o correr al aire libre es un poco ambicioso, porque no se dispone de mucho tiempo libre.
> Al menos, la mamá debe intentar caminar todo lo posible. Incluso los paseos breves serán suficientes, o bien tomar la precaución de subir por las escaleras en lugar de tomar el ascensor, siempre y cuando la carriola del pequeño lo permita.
TIEMPO
> Con un aumento de peso tan reducido, no se necesita mucho tiempo para recuperar la forma. Es muy subjetivo, pero no es impensable perder un par de kilos en los primeros seis meses, sin hacer dietas, que podrían ser perjudiciales para la lactancia. Si no fuese así, la mamá deberá prepararse para un esfuerzo mayor a partir de entonces, una vez concluida la etapa de lactancia exclusiva. Superado este semestre, será más fácil disponer de más tiempo para dedicarse a la actividad física, de manera que se podrá pensar en reducir un poco las cantidades, para perder también los últimos gramos de sobrepeso que puedan persistir.
¡-10 KILOS!
EN LA MESA
Para considerarse normal, el aumento de peso durante el embarazo no debe superar los 11-12 kilos. Cuando, después del parto, la báscula sentencia que se quedaron más de diez kilos, eliminar este exceso puede ser difícil.
> En estos casos, lo mejor es acudir a un nutricionista. Si bien es cierto que no se puede reducir el consumo de proteínas, necesarias para la producción de leche, sí se puede actuar sobre las grasas.
> Las mamás que dan el pecho no tienen una mayor necesidad de consumir grasas, y aprender a reducir su consumo es una buena regla desde los primeros seis meses del bebé.
> Distinto es el caso de los omega 3 y 6. Se trata de ácidos grasos esenciales, de los que el cuerpo humano no dispone de forma natural, y que sintetiza a partir de los alimentos. Los alimentos más ricos en omega 3 son el pescado, sobre todo, el azul, así como algunas fuentes vegetales, como las nueces. Durante el embarazo y la lactancia, son más importantes que nunca, porque forman parte de la composición de las membranas celulares, de las que son uno de los principales constituyentes.
> En cuanto a los dulces, si no queremos renunciar a ellos, al menos, intentemos intervenir en su preparación: evitemos usar huevos, mantequilla y azúcar. En Internet y en las publicaciones especializadas, se pueden encontrar magníficas recetas en las que estos ingredientes se sustituyen por jugos de fruta y aceite de oliva extra virgen. Por ejemplo, combinando cacao con peras (o duraznos) y jugo de manzana.
ACTIVIDAD FÍSICA
> En este caso, el ejercicio es algo verdaderamente importante. Sin embargo, si no se consigue realizar una actividad física regular, para empezar, también va bien intensificar los paseos a pie. A largo plazo, desde el punto de vista del gasto energético, el factor más importante es la continuidad.
> Para las personas que deben adelgazar, caminar durante media hora todos los días es más útil que hacerlo durante una hora y media sólo dos veces a la semana. Si no se dispone de un parque cercano, se puede dar un paseo por el barrio a paso ligero; lo importante es mantenerse activa. Como alternativa, se pueden adquirir unos bastones de caminar y, si se lleva al pequeño en un portabebé, un paseo por la montaña realizado con estos instrumentos no creará problemas de “fatiga” y pondrá en movimiento el 90% de los músculos del cuerpo.
TIEMPO
> Se necesitará un poco de paciencia y un camino largo para recuperar la forma. En los seis primeros meses, sería un logro perder tres o cuatro kilos. Y, también en este caso, al finalizar la lactancia, se puede controlar mejor la dieta alimentaria e intensificar la actividad física.
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GRACIAS POR LEERNOS
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