Sueño. Crear un ambiente tranquilo y oscuro en la habitación, para que los niños descansen adecuadamente, evitando pantallas al menos una hora antes de dormir. Establecer horarios de sueño consistentes, tanto para acostarse como para levantarse, incluso los fines de semana.
Alimentación. Asegurar un desayuno nutritivo que incluya frutas, cereales integrales, lácteos y proteínas. Establecer horarios fijos para las comidas principales y meriendas saludables, evitando el picoteo entre horas. Involucrar a los niños en la preparación de alimentos simples, fomentando su interés por la comida saludable.
Higiene. Enseñar a lavarse las manos antes de las comidas, después de ir al baño y al llegar a casa. Supervisar el cepillado de dientes al menos dos veces al día. Establecer un horario regular para el baño, fomentando la autonomía en el aseo personal según la edad.
Actividad física. Fomentar al menos 60 minutos de actividad física diaria, como correr, saltar, andar en bicicleta o jugar en el parque. Reducir el tiempo frente a pantallas a un máximo de 1-2 horas al día. Realizar actividades físicas en familia, como pasear, nadar o bailar, convirtiéndolas en momentos divertidos.
Tiempo libre. Fomentar el hábito de la lectura diaria. Estimular el juego creativo, proporcionando materiales como pinturas, plastilina o bloques de construcción. Dedicar tiempo de calidad en familia, conversando, jugando o realizando actividades juntos. Reconocer y elogiar los esfuerzos de los niños por seguir las rutinas, motivándolos a continuar.
La leche materna es el alimento más completo y equilibrado para el desarrollo de tu bebé. Contiene todos los nutrientes esenciales que necesita para crecer fuerte y sano. Además, fortalece su sistema inmunológico, protegiéndolo de infecciones y enfermedades comunes en los primeros meses de vida.
Amamantar con regularidad. Así lograrás una producción óptima de leche materna, ya que la demanda frecuente estimula al cuerpo a producir más leche.
Como complemento, utilizar un extractor de leche entre las tomas puede ser una estrategia eficaz para aumentar la producción y garantizar un suministro adecuado para tu bebé.