El estreñimiento es un trastorno por el que pasan la mayoría de los bebés en algún momento de su desarrollo, y generalmente sucede por razones funcionales, es decir, pocas veces está relacionado con enfermedades más graves. A continuación te decimos cómo puedes aliviar a tu pequeño cuando no puede hacer popó.
Durante los primeros meses de vida, si el bebé es alimentado exclusivamente con leche materna, no suele presentar estreñimiento, ya que la leche de la mamá es rica en grasa y azúcar, ingredientes considerados como laxantes naturales.
Por el contrario, si el bebé es alimentado con leche de fórmula, es posible que sus heces se endurezcan, propiciando el estreñimiento. Aunque no se conoce el porqué de este efecto, se ha comprobado que la leche de fórmula se digiere con mayor dificultad en comparación con la materna.
Otra causa frecuente del estreñimiento es que la dieta del pequeño no incluya suficiente fibra ni líquidos, por lo que le costará más trabajo ir al baño.
Debes saber que el estreñimiento en el bebé se detecta cuando tiene dificultades para ir al baño, y no por el número de evacuaciones que tenga al día, pues es normal que deseche el contenido intestinal cada dos días.
En caso de que lleve dos semanas con los síntomas anteriores, estamos hablando de estreñimiento crónico.
Entre los 6 y 9 meses es posible que tu hijo pueda estreñirse, ya que su estomaguito sólo estaba habituado a comer alimento líquidos. Una vez que da inicio la alimentación complementaria, puede suceder que algún alimento no le caiga bien; sin embargo, con el tiempo se acostumbrará, pues su aparato digestivo estará más desarrollado.
El estreñimiento puede ser un padecimiento que preocupa demasiado a los padres, no obstante, como decíamos al principio, es bastante común en los bebés.
En caso de que tu hijo tenga dificultades para hacer popó, puedes aplicar algunos remedios para aliviar su malestar. Por ejemplo:
En caso de que los síntomas del niño no mejoren o sea necesario el uso de supositorios o laxantes, siempre consulta al pediatra. La utilización de cualquier medicamento debe estar avalada por él.
Ahora que los días han enfriado y las lluvias traen consigo enfermedades como la gripe. A continuación te damos algunas recomendaciones en caso de que tu pequeño esté enfermo.
La gripe es una enfermedad provocada por un virus de origen diferente cada año, y su forma de transmisión es a través del aire, cuando alguien tose, estornuda o si el pequeño tiene contacto con objetos contaminados y acto seguido se lleva las manos al rostro.
En el caso de los recién nacidos y lactantes, los síntomas de la gripe son difícilmente reconocibles a primera vista; no obstante, puedes detectar que algo va mal si notas que el pequeño está irritable, tiene la respiración alterada o está inapetente. Hay casos en los que la temperatura puede elevarse, hay diarrea, vómitos o dolor de estómago, pero no son los síntomas más usuales.
Ahora bien, en niños entre 1 y 5 años, la gripe se manifiesta, casi siempre, con fiebre alta, tos, ojos irritados e inapetencia. También es común que los niños menores de cuatro años presenten somnolencia.
Debido a que la gripe está ocasionada por un virus y no una bacteria, el uso de antibióticos es innecesario, generalmente la enfermedad seguirá su curso natural.
En promedio, los síntomas de la gripe duran entre 5 y 10 días. Si hay complicaciones, lo mejor es acudir con el pediatra para que valore al niño.
Seguro que, conforme avanza tu embarazo, has notado que te cuesta más trabajo hacer del baño. ¿Sabes por qué? Te lo explicamos y te damos algunos remedios para combatir el estreñimiento.
Uno de los trastornos más comunes en el embarazo es el estreñimiento y sus dos principales causas son los cambios hormonales y la presión que ejerce el útero sobre el intestino conforme va creciendo el bebé.
La progesterona es la hormona número uno responsable del estreñimiento y, durante la gestación, se produce en grandes cantidades. Su función principal es inhibir las contracciones de la musculatura lisa de las paredes uterinas; sin embargo, este efecto se extiende al aparato digestivo, específicamente al intestino. Por ello, debido al relajamiento que la hormona provoca, se reduce la eficacia de la peristalsis –las contracciones involuntarias de la musculatura lisa intestinal–, lo que da lugar al estreñimiento.
Otro cambio fisiológico que acentúa este trastorno es el aumento de la capacidad del intestino para absorber agua. Debido a que la mujer necesita una cantidad de líquido mayor, su organismo retiene más de la que llevan los alimentos. Esto provoca que las heces, drenadas de agua, se endurezcan y su tránsito se ralentice más.
Por último, a medida que avanza el embarazo, se añade otro factor de tipo mecánico que contribuye al estreñimiento: la reducción de la actividad física y el peso del útero, que comprime el aparato gastrointestinal. No es casualidad que el estreñimiento se acentúe o aparezca por primera vez en la segunda mitad del embarazo.
Al ser un trastorno común durante el embarazo, que tiene su origen en el aumento de la progesterona y el crecimiento del útero, es posible que se presente en la mayoría de los embarazos. No obstante, hay algunos remedios que puedes llevar a cabo para reducir los síntomas:
En caso de que el estreñimiento no disminuya o se agraven los síntomas, deberás consultar a tu médico para que recomiende el mejor tratamiento. Recuerda que cualquier medicamento debe ser prescrito por un profesional.
Antes que nada es muy importante crear un ambiente agradable, la hora de la comida debe ser una hora de convivencia, de buenos momentos y nunca debe de estar condicionada o ser vista ni como castigo ni como premio. Tampoco el postre debe de ser algo “bueno” después de que se comieron lo “malo (que normalmente es lo sano)”.
A los niños hay que servirles en el plato la cantidad correcta de acuerdo a su edad, peso y crecimiento, no te espantes si deja un poco y tampoco si pide un poco mas, las variaciones a esa edad son muy normales. Idealmente debería de quedar satisfecho, nunca lo obligues a comer hasta el ultimo bocado si no quiere.
Déjalo que te ayude y cree independencia, pueden cocinar o poner la mesa juntos y el puede servirse lo que cree que va a comer, explicándole que necesita un poco de todo, es normal que sus cantidades no sean las exactas, pero esto abre una oportunidad de educar en cuanto al tema de desperdicio. A parte es mucho mas fácil que quiera comerse lo que el mismo eligió y preparo.
Lidera con el ejemplo. Los niños son muy observadores y verán todo lo que tu haces. Sírvete de todo, no desperdicies y muestra los modales que a ti te gustan en la mesa.
Crea un ambiente tranquilo y en familia en torno a los alimentos. Este es un momento de platica y convivencia. Eviten televisiones, libros, electrónicos y por su puesto evitar discusiones en la mesa hará que la hora de la comida sea respetada como tal.